“El Paris de 1900 será retratado con obras de la primera mitad del Siglo XX que se han estrenado o compuesto en París y están ciertamente influidas por la vida cultural de la ciudad. Es un abanico amplio de estilos y géneros que dan una muestra de la riqueza cultural de la época”, explica el director de la Orquesta Estable, Alejandro Jassán.

En la primera parte se escuchará Mi madre la oca, de Ravel, compuesta por cinco piezas infantiles, basada en cuentos de Perrault, Beaumont, y Madame d’Aulnoy, que se divide en cinco movimientos (Pavana de la Bella durmiente del bosque, Pulgarcito, Laideronnette (niñita fea), la Emperatriz de las Pagodas, Conversaciones de la Bella y la Bestia y El jardín encantado).

“La obra fue originalmente escrita para piano a cuatro manos y dedicada para las hijas de unos amigos de Ravel. El estreno se realizó al piano por niños de 6 y 10 años. Posteriormente orquestada por el propio Ravel, convirtió a la obra en una obra íntima, llena de colores, que nos recuerda al momento en que de niños alguien nos leía un cuento antes de irnos a dormir”, dice Jassán.

También se escuchará Concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo, para guitarra y orquesta compuesto durante la estancia del compositor español en París. Su segundo movimiento (Adagio) es el fragmento más conocido y versionado por diferentes músicos. De carácter descriptivo, además, se pueden escuchar las influencias de las danzas españolas y la influencia de la cultura árabe en el mundo español. El joven guitarrista Fabián Cardozo será el solista invitado.

En la segunda parte se escuchará Gymnopédies de Erik Satie, con orquestación de Debussy. Las Gymnopédies son tres piezas famosas por su carácter breve y atmosférico. Satie siempre desafió las estructuras y las convenciones de la música clásica y contemporánea de la época, y sin duda, estas obras miran al pasado, pero con una visión tan particular como reconocible inmediatamente del propio Satie.

También el público podrá disfrutar del Concierto para Trompeta y Orquesta, de Henri Tomasi, con la participación del trompetista marplatense Valentín Garvie. Escrita en 1948 por encargo del Conservatorio Nacional Superior de Música de París, la obra fue en ese entonces declarada “intocable”.Las pruebas contrarias llegaron más tarde en el estreno y a partir de allí se convirtió en un clásico del repertorio de trompeta del siglo XX. En palabras del propio compositor: “El estilo de mi concierto es clásico por sus tres movimientos, pero el contenido no lo es. No hay sujeto o tema principal. Es música pura. Intenté hacer una síntesis de toda la expresividad y técnica de la trompeta. Desde Bach hasta el Jazz actual”.

Fuente: https://enteculturaltucuman.gob.ar/gran-concierto-del-paris/