Los secretos del Museo Casa Padilla

Una joya histórica en el corazón del centro tucumano que logra detener el tiempo.

Detrás de las paredes con molduras y rejas de hierro forjado, se encuentra uno de los exponentes más notables de la arquitectura italiana que tiene la capital tucumana.

El Museo Casa Padilla, perteneciente al Ente Cultural de Tucumán, se ubica en la calle 25 de Mayo 36 y fue declarado Monumento Histórico Nacional en 2001. La residencia que se terminó de construir en 1860, es un espacio ideal para apreciar cuadros, mobiliarios antiguos y la magnífica “Colección Padilla” compuesta por piezas orientales, integrada por biombos, muebles, porcelanas y piedras talladas.

Albergue de historia

El solar perteneció al exgobernador tucumano José Frías, quien lo dividió para entregarlo a sus hijos: Justiniano y Lastenia Frías. Lo que actualmente se conserva corresponde a la residencia que doña Lastenia compartió con su esposo Ángel Cruz Padilla, destacado jurisconsulto y promotor de la construcción del hospital que lleva su nombre.

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La casa pasó luego a su hijo, el doctorAlberto Padilla, cuya familia la habitó hasta 1962 y en 1972 fue vendida al Estado. “Consta de la entrada principal, cuatro patios conectados con pasillos y salas. Son 14 habitaciones en total. Lo interesante del edificio es la arquitectura y la historia de la casa que es un icono en Tucumán y es un reflejo de lo que era la construcción, desde que se empezó a construir en Tucumán del 1700 hasta la actualidad”, contó Juan García Posse, encargado del museo.

En la recorrida por el interior se descubren dos muestras principales: el mobiliario original de la casa, juego de sillones y mesas; y la colección de Ernesto Padilla, gran coleccionista de objetos orientales que al morir donó todo para que sea expuesto en el museo. “Hay objetos muy valiosos de cerámica y cornalina y por otro lado, biombos multilacados. Además, toda una colección de sillas y sillones, cuya tela fue bordada por la esposa de Padilla con distintos temas, fabulas, motivos de la Abadía de Cluny y alfombras”, aseguró García Posee quien confirma que muchos europeos visitan la casona y salen maravillados.

Una pinacoteca, una piedra tallada egipcia, escudo de la reina negra kushita del año 700 del siglo XVIII a.C y una mascara egipcia de madera son otras de las joyas que se pueden apreciar en el museo.

¿Cuándo se puede visitar?

Quizás no sea la actividad en la que primero piensan los viajeros cuando planifican las vacaciones, pero lo cierto es que este y otros atractivos arquitectónicos y culturales tucumano son lugares ideales para apreciar durante el verano.

Durante enero y febrero, el Museo Casa Padilla está abierto únicamente por la mañana de martes a viernes de 9 a 12.30. La entrada es gratuita y  no es necesario sacar turno para visitarlo. Una vez dentro, los guías le brindarán un recorrido por la casa.

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Dentro del programa Verano con Cultura 2018, el museo propone una atractiva agenda de actividades para grandes y chicos. “Tenemos un ciclo de cine familiar que se va a dar los viernes a las 21 con películas para todo público. También se va a poner en escena la obra de la historia de la Casa, por el grupo de teatro de adultos mayores del Ente Cultural, el 27 de enero y el 16 de febrero. Ese mes, además habrá tertulias y cuentos a cargo del grupo Tucucuentos solidarios”.

Fuente: http://comunicaciontucuman.gob.ar/2018/01/museo-casa-padilla-una-joya-historica-en-el-centro-tucumano/