El técnico ya lo confirmó: Lionel Messi estará en el once titular de la Selección Argentina este martes en el partido contra Bolivia. Aún no se ha revelado si comenzará el partido desde el principio o si ingresará como suplente, pero es un hecho que jugará en el Estadio Hernando Siles de La Paz, donde ha vivido tanto momentos difíciles como victorias históricas.
A lo largo de su carrera, Messi ha competido en tres ocasiones en la desafiante capital boliviana, ubicada a 3625 metros sobre el nivel del mar, logrando diferentes resultados: una derrota, un empate y una victoria.
Su primera experiencia en la altitud tuvo lugar el 1 de abril de 2009, en las Eliminatorias para el Mundial de Sudáfrica 2010. Bajo la dirección de Diego Armando Maradona, la Albiceleste sufrió una abrumadora derrota por 6-1 ante Bolivia, enfrentando una avalancha de críticas. Ni siquiera el N°10 argentino se libró de la crítica, ya que tuvo dos oportunidades claras para marcar pero no pudo vencer al arquero Carlos Arias.
Cuatro años después, el 11 de noviembre de 2011, en el camino hacia el Mundial de Brasil 2014, Messi regresó al altiplano y esta vez no se fue con las manos vacías. La Selección Argentina dirigida por Alejandro Sabella logró un empate 1-1 gracias al gol de Éver Banega, quien comenzó la jugada con una intervención de Messi y luego conectó un centro de Clemente Rodríguez.
«Es realmente difícil jugar aquí, pero afortunadamente pudimos plantearlo bien y obtener un resultado positivo», comentó Messi en los pasillos del Estadio Hernando Siles. A pesar de haber tenido la oportunidad de anotar el gol de la victoria, no logró aprovechar una recuperación de Ángel Di María y falló en un mano a mano contra el arquero boliviano Arias.
El último encuentro en la altitud de La Paz tuvo un desenlace favorable. El 13 de octubre de 2020, cuando la Selección Argentina aún no había conquistado la Copa América ni la Copa del Mundo, Lautaro Martínez y Joaquín Correa cambiaron la historia después de un inicio complicado con un gol de Marcelo Moreno Martins. La Selección Argentina obtuvo una victoria en este exigente escenario después de 15 años.
En esa tarde, Messi no tuvo la oportunidad de dejar su huella en el marcador, pero desempeñó un papel fundamental en el control del ritmo del juego y en la retención del balón cuando fue necesario. Tras el 2-1, celebró con sus compañeros en el círculo central y se involucró en una confrontación con un miembro del cuerpo técnico local.