Recientemente volvió a ganar popularidad en internet la aplicación FaceApp, aquella que te mostraba cómo te verías en unos cuantos años o bien como un infante, esta vez con un filtro de cambio de género. Las fotos no tardaron en inundar las redes y a partir de esto es que surgen interrogantes respecto a la seguridad que ofrece a los usuarios, ¿qué información estamos cediendo?
FaceApp, de origen ruso y realizada por la compañía Wireless Lab, utiliza técnicas de deepfake para transformar el género o la edad de una persona a través de sus algoritmos, y ya en 2019 sus términos y condiciones habían causado controversia por cómo se filtra la información del usuario.
Las cláusulas establecen que los usuarios otorgan a la aplicación una «licencia perpetua, irrevocable, no exclusiva, libre de regalías, totalmente pagada y transferible, para usar, reproducir, modificar, adaptar, publicar, traducir, crear trabajos derivados, distribuir, realizar y mostrar públicamente los resultados obtenidos».
Y si bien después de su última actualización realizada en junio de este año FaceApp dijo que corrigió las fallas en su política de privacidad, asegurando que las fotografías publicadas solo permanecerán entre 24 y 48 horas después de la última edición, para usarla es necesario aceptar que el sistema registre la IP del dispositivo, así como el registro de la actividad en línea de los usuarios, las páginas que visitó, cuánto tiempo pasó en ellos y la ruta de navegación; de acuerdo a sus políticas de privacidad.
Quedará en cada una y cada uno de nosotros decidir si ceder nuestra información vale poder disfrutar de este tipo de apps, pero ya no tomando una decisión casi a ciegas respecto a sus políticas de privacidad.
Fuente: https://www.filo.news/ciencia/FaceApp-a-que-estamos-accediendo-cuando-la-usamos-20200617-0018.html
